¡Slackware cumple 30 años!

 

¡Celebremos los 30 años de Slackware, la distribución de Linux más antigua y activa! Creada por Patrick Volkerding, Slackware ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo una opción confiable para los entusiastas de Linux. Aunque puede que no tenga un instalador gráfico, ofrece detección automática de hardware y entornos de escritorio gráficos.

Desde su primer lanzamiento, ha mantenido una base estable y sólida para aquellos que desean aprender sobre Linux. A lo largo de los años, ha conservado su enfoque en la simplicidad y la estabilidad, convirtiéndose en la distribución más "UNIX-like" de Linux. Aunque su popularidad ha disminuido, su legado y contribuciones a la comunidad son innegables.

La historia de Slackware está llena de hitos significativos. Con el paso de los años, ha seguido evolucionando y adaptándose a los avances tecnológicos. A pesar de los largos períodos entre lanzamientos, la dedicación de Patrick Volkerding y los colaboradores ha permitido que Slackware siga siendo relevante en el panorama de las distribuciones de Linux.

¿Por qué deberías considerar esta distribución a día de hoy? Su enfoque en la simplicidad te brinda la oportunidad de sumergirte en el mundo de Linux sin complicaciones innecesarias. Además, su estabilidad te asegura un sistema confiable y sólido, sin sorpresas desagradables.

Si bien esta puede no ser la opción ideal para usuarios menos experimentados, es una excelente opción para aquellos que desean profundizar en Linux y tener un mayor control sobre su sistema. Explorar Slackware te permitirá comprender mejor los fundamentos de Linux y te abrirá las puertas a un mundo de posibilidades.

En resumen, dentro del ecosistema de Linux que conocemos hoy en día, esta distribución ha desafiado las expectativas y se ha mantenido fiel a su visión original durante 30 años. Si estás buscando una distribución de Linux estable y confiable, no busques más allá de Slackware. Te invito a explorar más sobre ella y descubrir por qué ha sido una fuerza duradera en el mundo de Linux. ¡Felices 30 años, Slackware!

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