Hoy voy a explicar como podéis
reparar una tarjeta gráfica. En el caso que veas
artefactos o rayas en la pantalla de tu ordenador hasta el punto de bloquearse, es muy probable que esté fallando alguna
soldadura de la tarjeta gráfica. Por lo tanto en este manual voy a explicar como puedes reparar tu tarjeta gráfica ante un fallo de este tipo
metiendo la tarjeta gráfica al horno. Si, habéis leído bien. Para reparar la tarjeta gráfica, la meteremos al horno de nuestras casas.
Debo remarcar que este método
SI FUNCIONA, ya que lo he probado yo mismo con resultados satisfactorios. Aun así, es un método "
algo radical", por lo tanto, si tu tarjeta gráfica está en garantía, no dudes en mandarla al servicio técnico para que te la cambien. Debo decir también que es un método a usar como último recurso. Lo idea sería que antes probaras a limpiar la tarjeta gráfica a fondo, ya que muchas veces la acumulación de polvo da muchos problemas ya que no permite que la tarjeta gráfica se refrigere correctamente.
Dicho esto, podemos comenzar a reparar una tarjeta gráfica. Lo primero será que extraigas la tarjeta gráfica de tu ordenador, si es que no la has sacado ya. Una vez sacada de la caja del ordenador, debemos
desmontar el disipador y ventilador. Asimismo, intentaremos quitar todos los elementos de plástico que podamos para evitar problemas. Es recomendable que también quitéis la pasta térmica vieja que tuvierais entre la GPU de la tarjeta gráfica y el disipador.
En mi caso, este es el aspecto que tenia la tarjeta gráfica desmontada:
En mi caso, es una
Nvidia 8800 GTS. Como veis en la foto, la tarjeta gráfica es enorme, por lo tanto es posible que vosotros no tengáis piezas tan grandes o tantos componentes, aunque todas las tarjetas gráficas que sacan últimamente son unos bichos enormes. Lo importante en este paso para poder reparar la tarjeta gráfica es lo que os he comentado,
quitar el disipador (y ventilador en caso de que vuestra gráfica lo tenga) y dejar la tarjeta gráfica "desnuda".
Lo siguiente que haremos será realizar
4 tacos con papel albal (ya que con el calor no se calienta) que utilizaremos como base para que la gráfica no entre en contacto con la base del horno (ya que estará a temperaturas muy altas). Lo ideal es crear estos tacos con
forma cúbica, ya que de esa manera ganaremos en estabilidad y evitaremos que la gráfica se caiga.
Lo siguiente será encontrar un
recipiente donde meter la tarjeta para acto seguido introducirla al horno. En mi caso, he utilizado un recipiente de vidrio (de los que se suelen utilizar para hacer pasteles o postres). Una vez tengamos los materiales, pondremos los
4 tacos de papel albal sobre el recipiente y pondremos encima la tarjeta gráfica, de manera que quede "en el aire", por así decirlo.
MUY IMPORTANTE: No pongáis la tarjeta gráfica boca abajo, ya que entonces conseguiríamos el efecto contrario al que queremos (reparar las soldaduras). Para poder reparar la tarjeta gráfica, es muy importante que este boca arriba, es decir, que veamos la GPU (procesador de la tarjeta gráfica), entre otras cosas.
En la foto podéis ver como está encima de los tacos de papel albal.
Lo siguiente que tenemos que hacer es poner a calentar el horno a una
temperatura de 100 °C aproximadamente y una vez que esté a esa temperatura, meteremos el recipiente con la tarjeta dentro. Lo dejaremos sobre los 20-25 minutos para intentar reparar la tarjeta gráfica. Una vez transcurrido este tiempo, sacaremos el recipiente y lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente.
Cuando se haya enfriado, montaremos de nuevo el disipador y el ventilador, poniendo pasta térmica nueva entre la GPU y el disipador. Una vez montado, solo nos queda probarla y ver si hemos conseguido reparar la tarjeta gráfica. No es un método 100% fiable, pero como último recurso y antes de tirarla a la basura, es un buen método, ya que como os he dicho, si que funciona.
Gracias a Murdock, ya que sin él esto no habría sido posible :D